La mente es un laberinto, en el que creamos nuestras propias trampas. Muchas veces, ni siquiera somos conscientes de que tenemos las claves para que dejen de funcionar.
Una de esas trampas, que es uno de los grandes problemas actuales, es la rutina, la falta de objetivos, el dejarse llevar por el día a día, el pertenecer a una masa informe que aporta seguridad.
¿Seremos capaces de mirar a nuestro interior de forma sincera para salir de este encierro?
Mirada profunda, realista y descarnada sobre la rutina, el tedio, el sentimiento plomizo del paso de los días. Otra entrada muy recomendable del blog Miscelánea, aquí os la dejo: