Este es el título de un cuento creado para apoyar la lucha por una vivienda digna.
«Cuando perdemos el miedo» se abren innumerables caminos ante nuestros ojos, se quitan los pesos y las cadenas que nos atan a nuestras rutinas, a nuestras seguridades ficticias, a nuestro bienestar de plástico.
En el fondo del miedo se halla la muerte mirándonos a los ojos
El miedo siempre ha sido un elemento de presión para mantener y controlar a los demás, para hacerlos sentir débiles, para someterlos. También es una trampa que podemos hacernos y de la que es difícil salir. Útil para nuestra superviviencia básica, cuando se eleva y generaliza a la mayoría de los ámbitos de la vida, lo que consigue es paralizarnos e impedir nuestra acción.
Lo que me gusta de esta iniciativa (además de lo que defiende) es que usa el cuento como transmisor de un mensaje. Para mí, el cuento es un formato que nos permite mucha libertad, que conecta con los adultos y los niños, que da salida a la creatividad, que instruye y hace reflexionar.
Es un recurso educativo muy adecuado para utilizar en el aprendizaje por proyectos en un aula o en casa (un poco más de información en anteriores post aquí y aquí), al nivel de los juegos de mesa y los de rol (de los que espero hablar en una próxima entrada). Partiendo de un tema de interés se pueden desarrollar habilidades como la lectura y la escritura, la comunicación oral, la investigación, la toma de decisiones…, aprender sobre personalidad, empatía, inteligencia emocional, historia…, y servir de punto de partida para debates sobre temas actuales o históricos.
Por todo ello, quiero apoyar una iniciativa de este tipo, felicitar a Lúa Todó y Joan Turu, por este magnífico trabajo y que puedan llevar este a muchos lugares para concienciar y despertar y ayudar a todos los que se vean afectados por los desahucios.
Os dejo el enlace de apoyo a «Cuando perdemos el miedo»: