Es perfecta para esos conflictos donde los sentimientos y las emociones están muy enquistados, supone una búsqueda de acuerdos más perdurable en el tiempo y que implica la identificación con el otro, el reconocimiento de su legitimidad y el respeto, fomenta la igualdad y el uso de los recursos disponibles persiguiendo la cooperación de todos los individuos.
Los campos de aplicación son amplios: barrios, comunidades vecinales, escuelas, familias,…